El sistema, que se puso en marcha el pasado noviembre en Ibiza y empieza ahora a funcionar, pretende solucionar lo que se esconde «detrás del conflicto» y lograr una resolución más «satisfactoria» para las partes
El sistema, que se puso en marcha el pasado noviembre en Ibiza y empieza ahora a funcionar, pretende solucionar lo que se esconde «detrás del conflicto» y lograr una resolución más «satisfactoria» para las partes